También merece una infancia feliz
Hay una cosa que Nicky siempre quiso. Su sueño era adoptar un bebé y darle una verdadera familia.
Ahora tiene una familia, tiene una hija de su primer matrimonio pero la idea de adoptar otra nunca se le ha ido de la cabeza.
Afortunadamente, su esposo la apoyó mucho y comenzaron a buscar huérfanos para adoptar. Se decidieron por la adopción de un niño que probablemente nunca sería adoptado.
Rustam es un niño que fue dejado en el orfanato por su madre que no lo quería por todas las malformaciones que tiene. Durante el embarazo, ella tuvo un estilo de vida poco saludable.
El niño no puede comer solo, tampoco habla.
Entonces, cuando Nicky vio al niño con una sola pierna, estaba segura de que quería darle el mundo.
Ya ha pasado un año desde que fue adoptado y ahora tiene una prótesis.
Nicky dice que la sociedad todavía es bastante dura con Rustam, lo intimidan mucho. Por eso decidió abrir una página de Instagram para que él cuente su historia. El chico se hizo bastante famoso allí.
Rustam ahora vive con una familia feliz que lo quiere mucho y estará a su lado para apoyarlo en todo.
