Son diferentes pero todavía se aman como hermanos
Los niños son maravillas para todos los padres. No tiene la importancia de cómo se ven o de qué color es su piel. Siempre serán las criaturas más valiosas para sus padres. Hay momentos en que los niños son muy diferentes entre sí, pero siguen siendo hermanos y hermanas. Judith Nwokochi tuvo una situación tan poco común. Vive en Canadá y es de origen nigeriano.
El niño llamado Kamis tiene piel oscura y ojos marrones, por lo que se parece mucho a su madre. La niña, por el contrario, es albina. Por lo tanto, los dos opuestos están relacionados por la sangre.
Como dijo la madre, ella tuvo el deseo de tener mellizos toda su vida, y la ecografía confirmó sus deseos. Definitivamente estaba esperando dos bebés que tenían un parecido perfecto.
A las 37 semanas, la investigación demostró que la niña había dejado de crecer. En tal caso, se necesitaba una cirugía urgente para rescatar al bebé. Judith tuvo una cesárea. El niño llegó primero, seguido de la niña.
Cuando la madre tuvo a los bebés, no podía creer lo que veía que esta era su hija. Esperó para contarle a la enfermera sobre el malentendido, pero todos estaban asombrados por la pequeña belleza.
Al igual que todos los albinos, la niña tiene una vista débil y una piel bastante sensible. Pero no hay problemas de salud en absoluto. La apariencia poco común de Kachi causa desconcierto entre otros, y algunos sienten mucha curiosidad por ella. Pero la madre de dos increíbles bebés no le presta atención a esto porque los adora sin importar sus facciones.
Y el contacto entre los bebés es bastante bueno. Estas diferencias no son un problema para ellos. Al contrario, son muy amables y se adoran. Como dice Judith, ni siquiera ven la diferencia.
Los bebés están contentos de vivir en una familia amable y cariñosa.
