La pareja irlandesa, formada por Hannah y Dan, siempre había deseado tener un hijo. Estaban encantados de saber que iban a tener gemelos después de luchar contra la infertilidad. Pero cuando descubrieron que los gemelos estaban unidos, su felicidad dio paso al miedo. Sin descanso, aceptaron la situación única y tomaron la decisión de tener a sus hijos.
Los siameses son un fenómeno poco frecuente que se produce aproximadamente una vez cada 250.000 nacimientos. Tras el parto, aproximadamente el 40% de las mujeres sobreviven y existe una probabilidad considerable de morir durante la operación de separación. Incluso con unas probabilidades tan abrumadoras, Hannah y Dan se mantuvieron firmes en su decisión de llevar a cabo el embarazo.
Tras el diagnóstico de infertilidad, Hannah se sometió a tratamientos médicos y a una cirugía para perder peso. Perseveró durante meses antes de quedarse embarazada. En la primera ecografía, la pareja se sorprendió al descubrir que estaban esperando siameses. A pesar de la rápida advertencia del médico sobre las posibles dificultades, decidieron seguir adelante con el embarazo.
Dan y Hannah superaron los difíciles meses que siguieron gracias a su fe inquebrantable y su perseverancia. Aceptaron las circunstancias únicas como un “regalo de Dios” y se concentraron en brindarles a sus hijos no nacidos la mejor atención posible.
Izzy y Annie nacieron en marzo del año pasado, superando todas las adversidades y trayendo felicidad a sus padres. Las niñas y sus padres hicieron un gran esfuerzo durante más de un año para estar preparados para el difícil proceso de separación.
Hoy, Izzy y Annie están bien, se han recuperado completamente de la operación. A pesar de las dificultades físicas que supone tener solo una pierna entre ellas, se han convertido en jovencitas vivaces y activas.
La historia de Hannah y Dan es una prueba de la fuerza del amor, la resiliencia y la fe inquebrantable en el potencial de los milagros. Su historia ha motivado a muchas personas a perseguir objetivos similares porque demuestra que la esperanza y la perseverancia pueden superar cualquier obstáculo.