Sarah es una mujer belga de unos treinta y tantos años que nació sin brazos. Sin embargo, ha podido disfrutar de una vida feliz gracias a su determinación constante y su espíritu indomable. A Sarah le enseñaron a usar los pies como manos desde muy temprana edad, lo que le permitió realizar actividades que a la mayoría de las personas les resultarían difíciles.
Sarah equilibra las responsabilidades de la maternidad como madre soltera con sus esfuerzos creativos como madre soltera de Lily. Su tenacidad y creatividad se demuestran en su capacidad para realizar tareas cotidianas con los pies, como ducharse, maquillarse e incluso cocinar.
En 2016, Sarah descubrió su habilidad secreta para pintar. Comenzó a tomar cursos y utilizó sus pies para crear obras de arte asombrosas. Sus obras sirven como un poderoso recordatorio de que la verdadera belleza puede surgir de la superación de las dificultades.
Sarah comparte en Instagram fragmentos de su vida cotidiana con el objetivo de animar a los demás. Habla abiertamente de las dificultades que tiene, incluida la cocina, pero las afronta con elegancia y humor. Es una persona realmente inspiradora por su actitud optimista y su risa contagiosa.
A pesar de la apariencia aparentemente normal de Sarah, esta increíble narración muestra a una mujer de gran valentía y fortaleza. Su capacidad para superar obstáculos y aceptar sus dones especiales actúa como un rayo de esperanza para las personas que atraviesan dificultades similares.