“La gente me miraba de reojo, me señalaba y susurraba a mis espaldas. Un día, mi vecina me dijo sin rodeos que ningún hombre me miraría nunca porque probablemente no podría ser madre”, contó Tammy Slaton. Este duro comentario de su vecina la impulsó a reevaluar seriamente su vida. “Las palabras de Julia fueron un punto de inflexión en mi proceso de transformación. Fue como una llamada de atención”, afirmó.
Tammy se sometió a una cirugía compleja. Pesando 317 kilos, hizo acopio de toda su fuerza de voluntad para perder 200 kilos, dejando a su familia y amigos asombrados por su notable transformación.
“Wow, increíble”, “Se ve increíble”, “Esto no es nada menos que un milagro”, “Estoy tan orgulloso de ti”, “Una verdadera inspiración”, “Qué mujer tan inteligente”, “Estoy lleno de orgullo por ti”, “Estoy absolutamente impresionado”, fueron solo algunos de los comentarios positivos sobre sus fotos. Sin embargo, también hubo algunos comentarios menos alentadores: “¿Por qué comiste tanto en primer lugar? Podrías haber evitado todo esto”, “Deberías haber dejado de comer comida rápida”, “Seguro, se ve mejor ahora, pero nunca debería haber dejado que se pusiera tan mal”.
En mi opinión, Tammy no merece nada más que admiración. ¿No estás de acuerdo?