Joe Jonas y Sophie Turner finalizaron su divorcio el mes pasado después de un proceso que duró un año, mientras luchaban por llegar a un acuerdo sobre la crianza compartida de sus hijas, Willa, de cuatro años, y Dolphine, de dos.
Joe Jonas y Sophie Turner finalizaron su divorcio el mes pasado después de un proceso que duró un año, mientras luchaban por llegar a un acuerdo sobre la crianza compartida de sus hijas, Willa, de cuatro años, y Dolphine, de dos.
Sophie expresó que Joe les había “arrebatado” a sus hijos, pero finalmente llegaron a un acuerdo. Sin embargo, todavía quedan muchas discusiones por delante mientras trabajan en su relación. La actriz se mostró molesta por el carácter público de su separación, que atrajo mucha atención.
“Teníamos una relación maravillosa, por lo que el divorcio fue difícil”, compartió Sophie en una entrevista con Harper’s Bazaar. Señaló que el conflicto surgió por sus hijos, quienes se convirtieron en víctimas de las circunstancias. Sin embargo, todavía ve a Joe como un gran padre y cree que pueden llegar a un acuerdo. Espera organizar una celebración navideña donde ambas familias puedan reunirse.
Sophie ha descrito anteriormente el divorcio como una pesadilla, afirmando que luchar contra su exmarido fue todo un reto. Su abogado la apoyó durante todo el proceso, recordándole que todo lo que hizo fue por el bienestar de sus hijos.
En octubre, Sophie fue vista en París en una cita con un hombre misterioso, identificado posteriormente como el aristócrata británico Peregrine Pearson. Desde entonces, se los ha visto juntos varias veces y se reveló que él es el heredero de la finca Cowdray en West Sussex.
Según se informa, a Joe le molestó la franqueza de Sophie sobre sus sentimientos hacia su nueva pareja, sintiendo que sus acciones estaban destinadas a provocarlo.