La cantante estadounidense Carrie Underwood se enfrentó a dificultades inesperadas durante su actuación en la investidura del presidente Donald Trump. A pesar de ofrecer una actuación profesional, sintió mucho estrés y frustración tras bambalinas.
Underwood no estaba satisfecha con el espacio limitado proporcionado para su actuación, que contrastaba marcadamente con las condiciones que tuvieron artistas anteriores como Beyoncé y Lady Gaga.
Carrie no estaba muy contenta con su actuación debido al reducido espacio que le dieron. Era un espacio estrecho e incómodo, y estuvo nerviosa durante toda la actuación. Sintió que no recibió el mismo nivel de respeto y admiración que habían recibido las intérpretes anteriores. Está acostumbrada a actuar en grandes escenarios, pero no le dieron un escenario, ni siquiera una plataforma, según fuentes cercanas.
Además, hubo problemas técnicos con el sonido, lo que hizo que la situación fuera aún más complicada. Según algunas fuentes, la cantante se sintió menospreciada y menospreciada.
“Si conocen la letra, ayúdenme”, pidió Underwood a la audiencia.
A pesar de estos desafíos, Carrie Underwood logró terminar su actuación. Más tarde, se calmó y expresó su orgullo por haber logrado la tarea a pesar de todos los obstáculos.