Al nacer, pesó solo 1,2 kilogramos debido a una rara enfermedad: así luce 30 años después

Esta niña nació con un trastorno genético extremadamente raro que le impide ganar peso, lo que a su vez afecta su apariencia. Debido a su apariencia a los 16 años la llamaban la “mujer más fea del mundo”. Ahora mira cómo luce después de 30 años

Lizzie Velasquez nació el 13 de marzo de 1989 en Austin, Texas.

Al nacer, pesó solo 1,2 kilos. Desde el momento en que nació, era evidente que se veía diferente a los demás bebés del hospital.

Como era tan pequeña, Lizzie no se daba cuenta de que era diferente, porque siempre había sido simplemente Lizzie. Pero cuando fue al jardín de infantes a los cinco años, inmediatamente se dio cuenta de que algo no iba bien.

Lizzie nació con dos enfermedades raras: el síndrome de Marfan y la lipodistrofia. Estas enfermedades genéticas raras afectan su corazón, sus ojos y sus huesos, y le dificultan ganar peso debido a un problema con la distribución de la grasa en su cuerpo.

Es una enfermedad tan rara que sólo se conocen tres casos en el mundo.

Además, la condición hace que Lizzie envejezca más rápido que las personas sin el síndrome y también es ciega de un ojo.

Cuando Lizzie entró a la escuela secundaria, las cosas se le hicieron más fáciles. Se dio cuenta de que tenía el control de su vida y su decisión quedó clara.

Pero un día su mundo se derrumbó.

Un día, mientras hacía sus tareas, estaba sentada frente a la computadora y entró a YouTube. De repente, vio un video de ella misma que le rompió el corazón.

Alguien hizo un video sobre Lizzie y la llamó “La mujer más fea del mundo”. Peor aún, el video tuvo millones de vistas y algunos de los comentarios fueron realmente horribles.

Leyó los comentarios con la esperanza de que alguien la defendiera. Lamentablemente, nadie lo hizo.

Fue la peor forma de odio y podría haber arruinado la vida de Lizzie, pero ella se recompuso. Incluso dijo que, si pudiera, le enviaría una tarjeta de agradecimiento y flores a quien hizo el video porque cambió su vida para siempre.

Lizzie nunca dejó que los que la odiaban ganaran. Ahora, con 31 años, ayuda a personas con los mismos problemas que ella a superar sus dificultades.

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