Miranda Lambert no pareció inmutarse por las críticas que recibió por haberle gritado a un fan durante uno de sus últimos conciertos. La estrella de la música country, que actualmente se encuentra en una residencia en Las Vegas, fue noticia cuando detuvo abruptamente su espectáculo la semana pasada para confrontar a un fan que se estaba tomando un “selfi” durante su interpretación de “Tin Man”.
Lambert, al notar que la fan estaba tomando una foto, hizo una pausa en su actuación y se dirigió al público: “Voy a parar un minuto”, dijo, dirigiendo sus comentarios a la mujer que estaba entre el público. Lambert reprendió a la fan por concentrarse en su teléfono en lugar de disfrutar de la música.
“Me molesta un poco que estas mujeres estén preocupadas por sus selfies y no escuchen la canción. Lo siento, pero realmente no me gusta. Esta noche, estamos aquí para escuchar música country. Estoy interpretando música country”, continuó Lambert mientras la mujer dejaba su teléfono. El público aplaudió en apoyo a la postura de Lambert contra los “selfies”.
Más tarde, después de otra actuación, Lambert volvió a pausar su espectáculo cuando vio a un fan que llevaba una camiseta que decía: “Toma tequila, no selfies”. Según se informa, a Lambert le pareció divertida la camiseta y se la señaló a la multitud diciendo: “¡Yo no lo hice, lo hizo ella!”.
Esta humillación pública provocó reacciones encontradas entre los fans. Algunos aplaudieron a Lambert por mantenerse firme, mientras que otros la criticaron por humillar a sus seguidores. Un usuario de las redes sociales criticó a la cantante y dijo: “Cómo humillar y avergonzar a tus fieles fans que te aman”. Otros sintieron que tomar una foto durante un concierto era parte de crear recuerdos y debería haber estado permitido.
Una de las fans a las que Lambert llamó, Adela Calin, compartió después su versión de la historia. Calin, que se sacó una selfie rápida antes de volver a su asiento, explicó que la foto sólo le tomó unos 30 segundos. Admitió que se sintió “horrorizada” por la reprimenda pública de Lambert. “Me sentí como si estuviera de nuevo en la escuela, con la profesora diciéndome que me sentara de nuevo en mi lugar y reprendiéndome por hacer algo mal”, dijo Calin. Continuó expresando que ella y sus amigas, todas mujeres de entre 30 y 60 años, simplemente estaban tratando de capturar un recuerdo, no de actuar de forma inmadura o irrespetuosa.
Si bien las acciones de Lambert pueden haber dividido opiniones, ciertamente han provocado un debate sobre el comportamiento de los fanáticos y las expectativas de los artistas en los shows en vivo.
