A los 97 años, Margaret Tome Bekema ha cumplido uno de sus sueños más preciados al recibir su diploma de secundaria después de décadas. Deberías ver sus emociones al recibir su diploma.
Margaret nació en Estados Unidos y vivió en Michigan. Comenzó a asistir a la Central Catholic High School, pero nunca se graduó, aunque se suponía que debía haberlo hecho en 1936.
La vida de esta mujer cambió cuando a los diecisiete años se vio obligada a abandonar la escuela para cuidar de su madre, que padecía cáncer, y de sus hermanos. Esta importante decisión le dejó con muchas responsabilidades.
Sin embargo, su deseo de terminar sus estudios nunca la abandonó. En entrevistas, recordó con emoción sus años escolares, expresando su amor por el aprendizaje y las amistades que hizo allí.
Su voluntad y determinación conmovieron a su familia y a quienes la rodeaban. Inspirada por su historia, Maureen Geary, una amiga cercana, se puso en contacto con su escuela para pedirles que le otorgaran a su abuela un diploma honorario.
Las autoridades escolares respondieron a esta petición con gran entusiasmo y organizaron una ceremonia especial para celebrar este tardío éxito.
El 29 de octubre de 2015, Margaret recibió su diploma en una ceremonia muy emotiva. No pudo contener las lágrimas. Greg Deja, el director de la escuela, expresó su alegría por poder reconocer a una graduada tan meritoria y destacó su importante contribución a la historia de la escuela.
Las palabras de Margaret ese día estaban llenas de gratitud; confesó lo difícil que había sido para ella abandonar la escuela y asumir tantas responsabilidades familiares.
Esta historia nos muestra que los sueños no están limitados por el tiempo y que la educación se puede obtener a cualquier edad.