La edad es sólo un número, no es una exageración: la gimnasta más vieja del mundo es una mujer de 98 años que continúa entrenando.
En 2012, Johanna Quass, una abuela alemana de 98 años, batió el récord como la gimnasta en activo de mayor edad del mundo. Para ella, la edad no es un motivo para dejar de hacer ejercicio, sino un testimonio de su espíritu de lucha, a pesar del paso del tiempo.
Es imposible no admirar a esta mujer de voluntad inquebrantable. La primera impresión que nos provoca es de admiración. Con tan solo noventa y ocho años se convirtió en la gimnasta más longeva del mundo y en un gran ejemplo.
Sus fotografías hablan por sí solas y no es exagerado decir que Johanna Kvass es una persona única, dispuesta a romper los estereotipos de la edad.
Su pasión por la gimnasia rítmica comenzó en la infancia.
El deporte forma parte de la vida de esta mujer. Empezó a competir a los diez años y desde entonces no ha dejado de practicar este deporte. Incluso a sus más de noventa años sigue sorprendiendo a los espectadores con su dinamismo y talento.
Aunque ahora, a los 98 años, ya no compite. La única razón por la que decidió parar fue un desgarro en el bíceps, todavía es capaz de hacer cosas que a muchos de nosotros nos costaría hacer.
Aunque Joanna no compite, no se queda de brazos cruzados. La mujer no ha renunciado a su vocación de gimnasta y sigue entrenando duro, siguiendo un estilo de vida saludable. ¿Cuál es el secreto de su energía? Es sencillo: una alimentación de calidad y gimnasia.
