Lilia Guadalupe Mendiola Mayares, mejor conocida como Lyn May, nació en Acapulco, México, en 1952. Creció en un entorno económicamente difícil, por lo que tuvo que aceptar diversos trabajos para ayudar a mantener a su familia. A pesar de las dificultades, poseía un encanto único que llamaba la atención.
Después de una relación problemática con un marinero estadounidense, Lyn se mudó a la Ciudad de México para comenzar de nuevo. Comenzó su carrera como bailarina en Acapulco y rápidamente ganó reconocimiento por su estilo distintivo. Su creciente fama la llevó a aparecer en programas de televisión populares y espectáculos burlescos.
Lyn alcanzó su máximo éxito en los años 70 y 80 gracias a sus papeles en las películas de Ficheras. Sus actuaciones magnéticas y su innegable carisma le valieron el título de “Lyn May: La diosa del amor”. Sin embargo, a medida que la popularidad de estas películas comenzó a decaer, también lo hizo su fama.
La búsqueda de la belleza de Lyn dio un giro trágico cuando un procedimiento cosmético fallido le dejó visibles bultos en el rostro. A pesar de haberse sometido a varias cirugías, los resultados del procedimiento permanecieron y sirvieron como un recordatorio duradero de su búsqueda de la perfección.
Hoy, Lyn May es recordada como una figura resiliente y cautivadora. Su historia refleja sus desafíos personales y la determinación que demostró al forjar su propio camino.