La actriz de Pearl Harbor ha decidido minimizar sus interacciones con Jennifer Lopez. Garner solo está dispuesta a comunicarse con la cantante de 55 años cuando se trata de sus hijos fruto de su matrimonio con Ben Affleck. Esta decisión marca el fin de una complicada dinámica entre las dos mujeres, que ha evolucionado hacia una rivalidad inesperada debido a su pasado compartido.
“Jen ya no quiere comunicarse con JLo a menos que sea por los niños”, reveló una fuente cercana. Hubo rumores de que Garner había desempeñado en algún momento el papel de mediador entre Ben y su exesposa cuando su matrimonio comenzó a desmoronarse. Las personas cercanas afirmaron que la primera esposa del actor, al ser amable y cariñosa, se había convertido en una especie de consejera familiar para la pareja.
“Sus amigos creen que no debería haberse involucrado tanto en tratar de ayudar a JLo a salvar su matrimonio con Ben, especialmente porque Jen una vez sintió que estaba compitiendo con JLo en su propia relación con Affleck”, agregó la fuente. Garner se ha distanciado por completo de Lopez, pero nunca ha dicho públicamente nada negativo sobre la cantante, incluso a la luz de los momentos “extraños” en la relación de JLo con su hija de 18 años, Violet.
En julio, Violet pasó tiempo con Lopez en los Hamptons y, a principios de noviembre, Linda, la hermana de Lopez, visitó a la chica en la Universidad de Yale. Esto atrajo la atención del público y, según se informa, provocó «sentimientos encontrados» en Garner. «JLo se acercó más a Violet y, de repente, Linda apareció en su universidad. Todo esto le pareció un poco extraño a Jen, pero nunca lo diría en voz alta», dijo la fuente.
A pesar de ello, Garner siempre ha recalcado su lealtad a Affleck como padre de sus tres hijos. “Ella respeta el apego que tienen hacia López y nunca hablaría mal de ella. Pero todo el mundo sabe que cualquier comunicación con los niños, aparte de Violet, debe pasar por Jen”.
Desde que se divorció de Ben Affleck en 2018, Garner ha estado saliendo discretamente con el empresario John Miller. Su romance se ha mantenido discreto y fuera del ojo público, pero informes recientes sugieren que la pareja se está preparando para una boda. Mientras tanto, su exmarido tampoco pierde el tiempo; se dice que el guionista de 52 años de Good Will Hunting está abierto a iniciar una relación con una mujer que comparta valores similares.