😱El niño que alguna vez fue apodado el más fuerte del mundo, ‘El pequeño Hércules’, ahora vive una vida completamente diferente 24 años después.😳

A principios de la década de 2000, Richard Sandrak, de ocho años, ganó fama como «El pequeño Hércules» debido a su extraordinaria fuerza.

Ahora, 24 años después, el ex «chico más fuerte del mundo» lleva una vida completamente diferente.

Hijo de dos deportistas de renombre, Sandrak siguió un estricto régimen de entrenamiento físico, que incluía levantar 95 kg en banco y participar en los intensos entrenamientos de su padre, que consistían en 600 flexiones y 300 sentadillas diarias. En su adolescencia, era capaz de levantar hasta tres veces su peso corporal, lo que le valió el título de «el chico más fuerte del mundo».

Richard, hijo del campeón de artes marciales Pavel Sandrak y de la estrella del aeróbic Lena Sandra, también mantuvo una dieta estricta y rica en proteínas, sin comida chatarra. Sin embargo, su fama se desvaneció después de que surgieran informes de que tenía un porcentaje de grasa corporal alarmantemente bajo de solo un uno por ciento, lo que generó preocupaciones de salud, como problemas cardíacos y problemas inmunológicos.

 

Sandrak, que ahora tiene 30 años, se ha distanciado del culturismo. En una entrevista de 2015 con Inside Edition, explicó: “Ya no levanto pesas. La gente intentaba hacerme parecer un fenómeno de la naturaleza, pero hay muchos niños con un físico similar. No levanto pesas. En todo caso, me aburrí. Estoy muy orgulloso de mi pasado, pero no voy a quedarme estancado en él”.

En la actualidad, Sandrak se centra en aspiraciones completamente diferentes. Ha contado que su sueño profesional es convertirse en un «científico cuántico» y, en concreto, en ingeniero de la NASA. Cuando le preguntaron si creía que esa meta era alcanzable, respondió con seguridad: «Por supuesto, no hay ninguna razón por la que no pudiera serlo».

Richard Sandrak, alguna vez conocido como el «niño más fuerte del mundo» y apodado «El pequeño Hércules», ha cambiado drásticamente el rumbo de su vida desde que ganó fama cuando era niño por su fuerza excepcional y su físico musculoso.

Sandrak, que ahora tiene 30 años, saltó a la fama a principios de la década de 2000 debido a su capacidad para levantar hasta tres veces su propio peso corporal antes incluso de llegar a la adolescencia. También era muy flexible y se destacó en las artes marciales, incluido el kárate. Sin embargo, esta fama temprana fue seguida por la controversia después de que surgieran informes sobre su porcentaje de grasa corporal peligrosamente bajo, que era de solo un uno por ciento. Esto generó preocupaciones sobre posibles riesgos para la salud, incluidos problemas cardíacos y una función inmunológica debilitada.

A pesar de su fama, Sandrak se ha distanciado del culturismo. En 2015, trabajaba como especialista en el espectáculo Waterworld de Universal Studios Hollywood, lo que indica un cambio significativo con respecto a sus raíces en el culturismo. En una entrevista con Inside Edition, explicó: “Ya no levanto pesas. Simplemente se volvió aburrido. Estoy muy orgulloso de mi pasado, pero no voy a quedarme estancado viviendo en él”.

Sandrak también aclaró que nunca lo habían obligado a dedicarse al culturismo, y en 2007 le dijo a The Guardian: “Nunca me obligaron a entrenar ni a hacer nada en contra de mi voluntad. Fue principalmente mi elección. Es simplemente lo que hice cuando era niño”.

  

Además de su pasado como culturista, Sandrak enfrentó problemas personales, incluido el encarcelamiento de su padre por violencia doméstica cuando Sandrak tenía solo 11 años, lo que lo llevó a cortar lazos con su padre y detener su rutina de culturismo.

Ahora, Sandrak ha puesto la mira en una carrera completamente diferente. Su sueño es convertirse en un “científico cuántico”, más concretamente, en un “ingeniero de la NASA”. Sigue confiando en que su nuevo objetivo es totalmente alcanzable: “Absolutamente, no hay ninguna razón para que no pueda serlo”.

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