En la ciudad inglesa de Bristol hay una casa bastante peculiar. Este edificio de dos pisos, hogar de cinco apartamentos, está ubicado en una tranquila zona residencial. Desde un lado, parece increíblemente estrecho: mide sólo 60 centímetros de ancho. Sin embargo, viéndola desde el otro extremo, se revela que la casa tiene una forma completamente típica.
Uno de los residentes más antiguos, Andy Watson, de 59 años, ha vivido allí durante casi veinte años. Sorprendentemente, durante dieciséis de esos años no tenía idea de que su casa tenía una estructura tan inusual. Como siempre se acercaba a su casa por la misma dirección, todo le parecía completamente normal.
Eso cambió hace tres años cuando el hermano de Andy vino de visita. El pariente se divirtió y preguntó cómo Andy lograba vivir en una casa tan estrecha. Confundido, Andy no tenía idea de qué estaba hablando, hasta que su hermano lo llevó afuera y le señaló la fachada sorprendentemente delgada.
“A mi hermano le pareció muy gracioso, pero a mí me molestó un poco”, admitió Andy. “¿Cómo es posible que nunca me diera cuenta? Sobre todo porque siempre he prestado atención a casas construidas de forma similar en esquinas estrechas de calles”.
A pesar del peculiar diseño, Andy insiste en que vivir en la casa se siente completamente normal y nunca ha considerado mudarse. Curiosamente, en la sección más estrecha del edificio hay un lavadero con cuatro lavadoras compartidas por los residentes.