La cantante inglesa Adele, que recientemente habló abiertamente de su pérdida auditiva, ha completado su residencia de dos años en Las Vegas y ha compartido sus planes. Al despedirse entre lágrimas de sus fans desde el escenario, admitió haber llorado todo el día por el final de este capítulo de su vida.
Como es sabido, la cantante ha anunciado un paréntesis en su carrera musical, cuya duración sigue siendo incierta. Pasó dos años como artista residente en Las Vegas, actuando en locales locales, y su último concierto marcó recientemente el final de su residencia. Durante este tiempo, Adele ganó la asombrosa cantidad de 125.833.648 dólares. Desde el escenario, compartió que no tiene planes de seguir adelante. “No tengo planes”, dijo, añadiendo que era hora de seguir adelante.
Adele también reflexionó sobre su hijo Angelo, de 12 años, para quien acordó la residencia en Las Vegas.
“Elegí la residencia principalmente porque odio las giras, pero también la elegí para darle una vida normal. Todo lo que quería hacer era hacer algunos shows y volver a enamorarme de la actuación”, explicó.
También admitió que sus recientes actuaciones en estadios la habían asustado, por lo que la residencia en Las Vegas era la solución perfecta para ella.