Rodrigo Alves, nacido el 30 de julio de 1983 en São Paulo, Brasil, de madre brasileña y padre británico de origen portugués, creció en una familia acomodada. Su padre dirigía un próspero negocio agrícola que posteriormente se expandió a supermercados, bienes raíces y comercio minorista. De niño, Rodrigo disfrutaba jugando con muñecas y a menudo se vestía de niña. Sus padres lo apoyaban, y a menudo le regalaban muñecas Barbie.
Durante su adolescencia, a Rodrigo le diagnosticaron ginecomastia, una afección que causa un exceso de tejido mamario debido a los altos niveles de estrógeno. A los 17 años, se sometió a su primera cirugía para extirpar el tejido mamario desarrollado. Siendo un adolescente tímido e introvertido, Rodrigo sufrió acoso escolar. En su soledad, pasaba horas viendo la televisión, especialmente dibujos animados de princesas de Disney, y jugando con muñecas, lo que moldeó su imagen idealizada de feminidad.
Gracias a una importante herencia de sus abuelos paternos, Rodrigo pudo financiar numerosas cirugías. Con el tiempo, se sometió a más de cincuenta procedimientos, algunos informes incluso afirman más de cien. Tras terminar la escuela, Rodrigo se mudó a Londres para estudiar relaciones públicas en el London College of Communication. Su objetivo final era convertirse en un «muñeco Ken de verdad». Para lograrlo, se sometió a una serie de cirugías, incluyendo estiramientos faciales, rinoplastias, implantes musculares, extirpación de costillas para una cintura más delgada y muchas más. También tuvo problemas con el aumento de peso, pero no le gustaba el ejercicio, por lo que optó por múltiples liposucciones.
Rodrigo saltó a la fama tras aparecer en programas de entrevistas en Sudamérica y Europa. Su historia tuvo una amplia cobertura mediática, y el «Muñeco Ken Humano» se volvió viral. Ganó dinero con sus apariciones en televisión, pero lo invirtió en más cirugías.
Sin embargo, la situación se complicó cuando una rinoplastia salió mal. Rodrigo tenía dificultad para respirar y comenzó a desarrollarse necrosis en el tejido facial, lo que requirió una cirugía de emergencia para salvarle la vida. Tras una larga recuperación, volvió a compartir su historia en programas con renovado entusiasmo.
Hoy, a sus 40 años, Rodrigo ha hecho su transición y ahora se llama Jessica Alves. Acepta con orgullo su identidad, declarando que es feliz, amada y que planea ser madre mediante gestación subrogada. La transición le permitió a Jessica reconciliarse con su yo interior y lograr la apariencia que siempre había deseado. Disfruta de usar ropa ajustada y femenina que realza sus facciones.
Desde su transición, la carrera de Jessica ha florecido. Ha participado en un programa de cocina de famosos rumanos, ha sido invitada a filmar un documental en Bélgica y ha participado en sesiones de fotos en Londres y Estados Unidos para un reality show. Su singular historia sigue cautivando al público, y cada aparición le ha permitido ganar hasta 20.000 libras por tan solo media hora en pantalla.