Paris Jackson, la única hija de Michael Jackson, ha enfrentado numerosos desafíos desde la muerte de su padre. A pesar de los obstáculos, ahora emprende su propia carrera musical.
Tras años de silencio, Paris ha decidido hablar abiertamente sobre su infancia con su famoso padre, el «Rey del Pop». Si bien Michael Jackson es un nombre muy conocido, reconocido por su música innovadora e influencia, su vida no estuvo exenta de dificultades. Aunque se le recuerda como uno de los artistas más grandes de todos los tiempos, la vida de Michael estuvo profundamente marcada por la presión de la fama y el constante escrutinio mediático. Su fallecimiento en 2009 dejó al mundo de luto, y su legado sigue acaparando titulares hoy en día.
Paris Jackson creció bajo el ojo público, pero se esfuerza por forjar una identidad propia, separada de su famoso padre. A pesar de sus problemas de salud mental, se encuentra bien y sigue adelante con su carrera.
Nacida el 3 de abril de 1998 en California, Paris es la única hija y la segunda de Michael Jackson. Su infancia se mantuvo en privado, pues tanto ella como su hermano recibieron educación en casa hasta sexto grado. Michael protegía su privacidad, a menudo ocultando sus rostros de los paparazzi con bufandas o disfraces.
La vida en el Rancho Neverland, aunque lujosa, también era restrictiva. Paris y sus hermanos vivían aislados, lejos del ojo público, y si bien eran increíblemente ricos, también estaban protegidos del mundo exterior. En una entrevista con la supermodelo Naomi Campbell en YouTube, Paris habló sobre su padre y su singular crianza.
Paris compartió que Michael Jackson se aseguró de que fueran «cultos», no solo expuestos al lujo, sino también a las realidades de la vida. «Mi papá era muy bueno en asegurarnos de que fuéramos cultos, educados, y no solo de mostrarnos el brillo y el glamour», explicó Paris. «Vimos de todo. Vimos países en desarrollo. Vimos todo el espectro».
De niña, Paris tuvo la oportunidad de vivir por todo el mundo mientras su padre viajaba, pero reconoce el privilegio de su infancia. Sin embargo, Michael se aseguró de que ella y sus hermanos entendieran que nada les era regalado. «Incluso de pequeños, se trataba de ganarse la vida», dijo Paris. «Si queríamos cinco juguetes de FAO Schwarz o Toys ‘R’ Us, teníamos que leer cinco libros».
Su padre les inculcó el valor del trabajo duro y la importancia de ganarse lo que tienen. «Se trata de ganárselo, no solo de tener derecho a ciertas cosas», añadió Paris. «Es como trabajar por ello, trabajar duro para conseguirlo; es algo completamente distinto, es un logro».