Los fans de Kate Middleton están decepcionados por la noticia de que no podrán ver a la popular miembro de la realeza en todo su esplendor este año. Se ha revelado que Kate no tendrá la oportunidad de deleitar a sus futuros súbditos luciendo su característico atuendo de noche y tiara. Las tiaras se reservan para los eventos oficiales más prestigiosos, y Kate aún se recupera de su tratamiento de quimioterapia contra el cáncer. Por lo tanto, no podrá asistir a ninguna gala ni banquete de este tipo hasta Año Nuevo.
Tradicionalmente, los miembros de la familia real reservan sus brillantes tiaras adornadas con piedras preciosas para tres ocasiones: la Gran Recepción Diplomática anual, los Banquetes de Estado (generalmente celebrados para jefes de estado extranjeros de visita) y las bodas reales. Sin embargo, este año no habrá una boda de tan alto rango en el Reino Unido. Desafortunadamente, Kate no asistió a la Gran Recepción Diplomática de la semana pasada, y ahora se ha anunciado que tampoco asistirá al Banquete de Estado en honor del Emir de Catar, Tamim bin Hamad Al Thani, quien visitará el Reino Unido la próxima semana. Kate estará presente en el desfile ecuestre matutino para el distinguido invitado, pero William asistirá al banquete vespertino en el Palacio de Buckingham sin ella.
En el pasado, Kate nunca faltó a la tradición de usar una tiara cuando la ocasión lo requería. La bóveda real alberga casi veinte tiaras diferentes, pero Kate solo ha lucido cuatro en los doce años y medio de su matrimonio con William. La primera vez que lució una tiara fue en su boda con el príncipe William en 2011, cuando deslumbró con la tiara Halo de Cartier, una creación de la famosa casa de joyería. En 2018, en el Banquete de Estado, Kate lució la tiara Cambridge Lovers’ Knot, que desde entonces se ha convertido en su favorita. Esta pieza en particular también era la favorita de la princesa Diana. Otra tiara que Kate ha lucido varias veces es la tiara Flor de Loto. Curiosamente, originalmente era un collar, pero a petición de la Reina Madre, se transformó en un tocado. Por último, Kate ha lucido la exquisita tiara Strathmore Rose en un par de ocasiones, la cual, curiosamente, había permanecido en la bóveda real sin usar durante más de 40 años antes de que Kate la usara.
Como explicó el joyero británico Leroy Dawkins, aunque Kate puede elegir entre casi cualquier joya de la colección real, ninguna le pertenece en realidad. Todas pertenecieron a la reina Isabel como gobernante de Gran Bretaña y ahora han pasado al rey Carlos por herencia.