Testigos han compartido relatos escalofriantes del terremoto que azotó Myanmar y Tailandia, dejando 150 muertos y cientos de heridos. El potente terremoto, ocurrido el viernes, dejó 694 muertos en Myanmar y causó daños considerables, y se espera que el número de víctimas aumente.
Safdar, residente de Calcuta y quien se encontraba en Bangkok durante el terremoto, describió su experiencia a ANI. Recordó estar en la calle cuando se produjeron los temblores, presenciando cómo se sacudían los rascacielos y cómo se derramaba agua de una piscina infinita. Aunque se temía que los edificios se derrumbaran, no se produjeron daños importantes. El transporte público estuvo suspendido durante varias horas tras el suceso.
Otro testigo, Sanjiv Dutta, quien regresaba a Calcuta desde Bangkok, contó que su cama empezó a temblar cuando se produjo el terremoto. Vio edificios tambaleándose y gente corriendo presa del pánico. Bajó del séptimo piso y esperó en la planta baja. El caos provocó un tráfico considerable, y tardó entre cinco y seis horas en recorrer solo 30 kilómetros.
Ranjan Banerjee, un pasajero de Bangkok que llegó a Calcuta el sábado, dijo que, si bien la situación estaba tranquila, se declaró el estado de emergencia durante el terremoto. Se evacuaron centros comerciales y oficinas, y el metro quedó cerrado.
El terremoto, de magnitud 7,7, se produjo cerca de Mandalay, la segunda ciudad más grande de Myanmar, y fue seguido por réplicas, incluyendo una de 6,4. Los temblores también se sintieron en Tailandia, donde seis personas murieron, 22 resultaron heridas y 101 desaparecieron debido al derrumbe de obras. Myanmar, ubicada en una zona sísmica activa, experimenta temblores con frecuencia, aunque muchos ocurren en zonas menos pobladas.