Todos cambiamos a lo largo de la vida, pero algunas transformaciones son más profundas que otras. Conoce a Demi Moore, una mujer que ha experimentado una transformación radical gracias a la cirugía y a cambios en su estilo de vida.
La infancia de Demi no fue nada fácil. Sus padres eran alcohólicos y el dinero escaseaba. De adolescente, Demi tenía sobrepeso y era bizca, lo que le complicó la vida tanto social como físicamente.
Para mejorar su apariencia, Demi hizo cambios radicales. Abandonó la escuela, perdió peso, empezó a modelar y se operó para corregir su estrabismo. Este fue el comienzo de un nuevo capítulo en su vida.
A los 18 años, Demi se casó por primera vez, pero la relación se desmoronó rápidamente debido al alcoholismo de su esposo. Su sueño de ser actriz la salvó y se convirtió en el centro de atención.
En su juventud, Demi no siempre estuvo contenta con su nariz ni sus cejas, pero perseveró en la industria del entretenimiento. En 1983, se casó con Bruce Willis, tuvo tres hijas y comenzó a prestar especial atención a su apariencia y condición física.
Incluso con tres hijas adultas, Demi sigue siendo la más despampanante. Aunque sus hijas han heredado la estructura facial de Bruce, se parecen más a la Demi de niña que a su sofisticada apariencia moderna. La genética, sin duda, influye.