Tras un juicio histórico, Dominique Pelicot, un hombre que frecuentemente drogaba a su esposa e invitaba a desconocidos a violarla, fue condenado a 20 años de prisión.
El hombre de 72 años reconoció que había añadido sedantes a la comida y bebidas de su esposa Gisele y había confesado todas las acusaciones.
51 personas, incluido él, fueron llevadas a juicio por su papel en las agresiones a su esposa.
Casi todos los 51 acusados fueron declarados culpables de violación, y todos fueron declarados culpables de al menos otro delito.
«Como todos los demás en esta sala, soy un violador», dijo Dominique Pelicot ante el tribunal durante su juicio.
Gisele, su ex esposa de 71 años, insistió en que el juicio se realizara público y renunció a su derecho al anonimato.
Los videos obscenos de la violación de su esposo también fueron revelados ante el tribunal.
Gisele explicó su decisión diciendo: «Es por ellos, no por nosotros, que nos avergoncemos».
A nivel mundial, las mujeres han expresado su apoyo a Gisele mientras se producen manifestaciones generalizadas contra la agresión sexual en toda Europa.
En apoyo a Gisele, las mujeres se reunieron en el tribunal de Aviñón y levantaron carteles que decían: “Gisele: mujeres, gracias”.
Gisele tiene previsto dar una declaración después de los veredictos y llegó al tribunal esta mañana sonriendo.
Después de 50 años de matrimonio, los pelicot tuvieron tres hijos.
Antes de que Dominique fuera encarcelado en 2020 por grabar faldas de mujeres en una tienda, llevaban una vida bastante típica.
La policía descubrió miles de imágenes y vídeos de hombres teniendo sexo con Gisele mientras ella dormía después de registrar la casa y los aparatos tecnológicos de la pareja.
Gisele contó a la policía lo que le había ocurrido porque estaba tan drogada que no recordaba haber sido atacada.
Los hombres la trataron “como una muñeca de trapo, como una bolsa de basura”, dijo ante el tribunal.
Aunque Dominique negó haber maltratado alguna vez a su hija mayor, el disco duro también incluía fotografías de ella en ropa interior.
Francia está debatiendo si modificar su estatuto de violación, que actualmente no exige que el sexo implique consentimiento, a la luz del juicio.
Los fiscales deben, en cambio, demostrar que el criminal tenía la intención de violar empleando “violencia, coerción, amenaza o sorpresa”.