En Australia ha estallado un acalorado debate sobre la inclusión de modelos tanto heterosexuales como de talla grande en un desfile de moda de Sports Illustrated, en el que aparecieron modelos delgadas y de talla grande luciendo trajes de baño.
Un artículo publicado en el Daily Telegraph de Sídney criticaba la aparición de modelos de talla grande en la pasarela, calificando de irresponsable la decisión de invitarlas. Un experto médico entrevistado por el periodista afirmó que estas modelos promueven un estilo de vida perjudicial para la salud.
Otros expertos que hablaron para el artículo creen que las chicas de cualquier tipo de cuerpo pueden participar en desfiles de moda.
La polémica empezó cuando la columnista Soraya Fuda escribió: “Si la industria de la moda decide dejar de utilizar modelos que se han matado de hambre hasta quedar en piel y huesos, tampoco debería elegir cuerpos poco saludables de otros tipos”.
El editor de Sports Illustrated, MJ Day, respondió que «la belleza no significa que todos tengan que tener la misma talla».
Los médicos también han entrado en la contienda. Brad Frankam, presidente de la Asociación Médica Australiana de Nueva Gales del Sur, comparó la obesidad con el tabaquismo: «Si una modelo desfilara fumando, sería una señal muy perjudicial. Y, del mismo modo, si modelos muy gordas u obesas modelan ropa, significa que damos la bienvenida a la obesidad. Eso es muy peligroso».
Frankham cree que algunas de las modelos del programa de Sports Illustrated eran obesas.
El profesor John Dixon, director del Centro de Investigación de la Obesidad, por su parte, considera que los modelos deben representar a la sociedad, lo que significa que pueden ser de cualquier tamaño.
El 28% de los australianos tienen sobrepeso. Es una afirmación profundamente ofensiva que las personas con sobrepeso no deban desfilar en la pasarela, dijo.