Recientemente, Estados Unidos presenció la investidura del nuevo presidente, Donald Trump. Meghan Markle y el príncipe Harry, quienes se mudaron a Estados Unidos en 2020, están preocupados por la posibilidad de ser deportados tras la victoria de Trump. Sin embargo, fuentes sugieren que, tras su investidura, la pareja está decidida a contraatacar.
Según medios extranjeros, citando a sus fuentes, Meghan y Harry han prometido permanecer en Estados Unidos y resistir cualquier intento de expulsarlos de su hogar en Montecito. Fuentes cercanas afirman que la pareja ha establecido su residencia estadounidense de forma permanente y está dispuesta a oponerse firmemente a cualquier intento de deportación que Donald Trump pueda iniciar.
Los Sussex no tienen planes de abandonar Estados Unidos. Harry y Meghan se sienten como en casa en California y no se marcharán sin luchar. Cuentan con un sólido equipo legal y un apoyo considerable que les garantiza permanecer en Estados Unidos, según fuentes cercanas.
Harry había enfrentado algunos problemas de estatus migratorio en Estados Unidos, los cuales Trump aprovechó. En un momento dado, Trump comentó: «No lo defendería. Traicionó a la Reina. Eso es imperdonable. Estaría solo».