Cuando a Michael Douglas le diagnosticaron cáncer, recurrió a su esposa, Catherine Zeta-Jones, y le dijo: «Mientras pueda hablar, te diré que te amo todos los días. Y cuando ya no pueda hablar, te lo escribiré en cartas».
Muchos se preguntaban si su joven esposa permanecería a su lado en un momento tan difícil. Pero Catherine nunca lo abandonó, ni por un instante. Permaneció a su lado, demostrando su devoción de una forma indescriptible. Afortunadamente, Douglas superó la enfermedad, y recientemente, Zeta-Jones, de 55 años, compartió una foto poco común con su esposo, ahora de 80 años, símbolo de su amor eterno.
A pesar de los críticos que alguna vez sugirieron que Catherine solo buscaba la fama, quienes presenciaron realmente su vínculo sabían la verdad: «Siempre supe que Catherine amaba de verdad a su esposo, sin importar lo que dijeran los tabloides». «Siento un gran respeto por esta pareja; han pasado por el fuego, el agua y todo lo demás». «¡Es mi actriz favorita!». «Qué hermosa pareja, un verdadero ejemplo de amor y lealtad».
En una industria donde los romances de Hollywood a menudo se desvanecen, Douglas y Zeta-Jones son un ejemplo raro e inspirador: una historia de amor que desafió las probabilidades.