Puede que el clavo no sea un ingrediente común en la cocina diaria, pero una vez que aprendes a usarlo, puede realzar por completo tus creaciones culinarias. Si bien se suele usar en marinadas o para aromatizar el vino caliente, los franceses lo usan de una forma mucho más versátil que puede inspirar una amplia gama de platos.
Los franceses son maestros en la creación de platos repletos de sabores y aromas inolvidables, donde cada ingrediente se elige con esmero para realzar sus matices específicos. Las hierbas y verduras frescas son una parte importante de su cocina, pero cuando el invierno las hace escasas, idearon una ingeniosa alternativa: el oignon piqué , que se traduce como «cebolla con clavos». Al principio, puede parecer extraño, pero en realidad es una técnica sencilla pero brillante.
En este método, los clavos son en realidad clavos de olor. Se insertan cuidadosamente entre 5 y 6 brotes en una cebolla pelada, creando un sabor y una fragancia únicos. Esta cebolla repleta de clavos es perfecta para preparar diversos platos como caldos, asados, guisos y repostería. Puedes colocarla junto con carne o verduras en una sartén o en una bandeja de horno con un rollo de carne. A medida que se cocina el plato, los clavos realzan sabores más profundos y complejos, dándole un toque sutil pero fascinante. ¿Lo mejor? ¡La cebolla mantiene los clavos en su lugar, así que no tendrás que preocuparte por quitar los brotes sueltos de tu plato!
