En un hermoso día de primavera de 2017, Hannah Simmons llevaba a su pequeña hija a una cita médica de rutina.
Pero el viaje terminó en tragedia cuando el auto de Hannah chocó contra un camión.
La familia de Hannah estaba devastada por el dolor. Sin embargo, unos días después, vieron una foto del lugar del accidente que les brindó consuelo y esperanza.
Hannah Simmons, de veintitrés años, y su mejor amiga llevaban a Alanna, la hija de nueve meses de Hannah, a su chequeo médico.
En el camino, Hannah perdió repentinamente el control del auto y se estrelló contra un camión. Hannah, su hija de 9 meses y su mejor amiga murieron en el acto.
Un hombre en el lugar llamó a los servicios de emergencia, pero pronto él y otros testigos se dieron cuenta de que no podían hacer mucho.
Mientras tanto, Anisa, de 19 años, se dirigía al trabajo cuando se acercó al lugar del accidente. Como la carretera estaba cortada, Anisa tomó una foto para explicarle a su jefe por qué llegaría tarde. Pero fue solo después que notó algo en la foto que no había visto al tomarla.
En la foto, un rayo de luz brillante se abría paso entre las nubes, iluminando el lugar donde la mujer y el bebé habían muerto en el coche.
Anisa sintió la necesidad de mostrarle la foto a la familia del difunto, y al ver el rayo de luz, rompieron a llorar. La tía de Anisa, Tara, también notó el fenómeno y le dijo a su sobrina: «Es como si fueran al cielo; Dios se los ha llevado».
Aunque algunos escépticos creen que la luz era simplemente un reflejo del parabrisas del auto de Anisa, la familia encontró consuelo en ello y lo vio como una señal de que Hannah, su hija de 9 meses y su mejor amiga habían ido al cielo.