Algunas mujeres parecen poder hacerlo todo: forjar una carrera, criar hijos, lucir impecables y aun así mantener la armonía interior. A menudo se las llama «supermujeres», pero para Nicole Kidman, ese cumplido parece más una crítica.
En una nueva entrevista, la actriz de 57 años admitió que le desagrada un tipo específico de elogio. «La gente dice: ‘Eres una supermujer’, y lo odio», confesó Kidman. Detrás de su éxito aparentemente sin esfuerzo se esconden serios desafíos, uno de los mayores de los cuales es la maternidad.
Nicole es madre de cuatro hijos: Sunday Rose (16) y Faith Margaret (14), quien nació por gestación subrogada, fruto de su matrimonio con el músico Keith Urban, así como de sus hijos adoptivos Connor (30) y Bella (32), fruto de su relación anterior con Tom Cruise. Pero a pesar de su profundo amor por sus hijos, Kidman admite que no todo fue bien después de su nacimiento.
Uno de los momentos más aterradores para la actriz fue darse cuenta de que no podría amamantar. «Tenía miedo, estaba completamente aterrada. Me quedé desnuda en la ducha pensando: ‘¿Qué pasa? ¿Dónde está mi leche?'», recordó Nicole. La única persona que pudo apoyarla durante ese momento difícil fue su hermana, quien la ayudó a superar la crisis emocional.
Pero la maternidad no fue el único desafío para Kidman. Su hija, Sunday Rose, decidió probar suerte en el modelaje y debutó en la pasarela de Miu Miu en París el año pasado.
Desafortunadamente, en lugar de admiración, muchos usuarios de redes sociales bombardearon a la joven modelo con críticas, llamándola «nena nepo» y burlándose de su paso por la pasarela. Esto afectó profundamente a Nicole, quien recordó haber sufrido rechazo en su juventud. «Cuando tenía la edad de Sunday, la gente también me decía: ‘Quizás deberías probar algo diferente'», compartió la seis veces ganadora del Globo de Oro.
