En una decisión controvertida, la NCAA revocó todas las medallas de Lia Thomas, con el potencial de redistribuirlas entre competidores como Riley Gaines, quien empató con Thomas en los Campeonatos de la NCAA.
Thomas, exnadadora de la Universidad de Pensilvania, desató un amplio debate al competir en pruebas femeninas tras su transición de la natación masculina. Si bien cumplía con los requisitos de la NCAA, su éxito generó demandas de mayor equidad, siendo Gaines una de las críticas más vehementes.
Esta decisión surge tras la creciente presión de grupos que abogan por una mayor equidad en el deporte femenino. Si bien algunos la consideran un logro para la equidad, otros, incluyendo defensores de la comunidad LGBTQ+, argumentan que perjudica injustamente a las atletas transgénero. Los cambios también podrían imponer normas más estrictas a la participación de atletas transgénero en eventos femeninos, acercando la postura de la NCAA a las políticas más rígidas de la FINA y el COI. Esta medida marca un momento crucial en el debate sobre la inclusión y la equidad en el deporte.