La celebración del centenario del Grand Ole Opry reunió a estrellas como Ashley McBryde, Post Malone, Reba McEntire y Carrie Underwood, quien se convirtió en miembro el 15 de marzo de 2008. Durante el evento, Carrie se sintió profundamente conmovida cuando Randy Travis, quien la había invitado a unirse al Opry, la sorprendió en el escenario.
Como parte del homenaje a Randy, Carrie interpretó dos de sus legendarias canciones, “Three Wooden Crosses” y “Forever and Ever, Amen”.
La emotiva actuación hizo llorar a muchos en el público, incluyendo a la esposa de Randy, Mary Davis. Randy, quien había sufrido un derrame cerebral años antes, cantó el «Amén» final, ganándose una ovación de pie del público.