Marnie Moore, de cuatro años y residente de Lancashire, se desplomó repentinamente tras beber un granizado en una fiesta de cumpleaños. Su madre, Kim Moore, relató cómo Marnie se sintió somnolienta rápidamente antes de perder el conocimiento. La llevaron de urgencia al hospital, donde los médicos detectaron que tenía un nivel de azúcar peligrosamente bajo y permaneció inconsciente durante 25 minutos.
Posteriormente, el personal médico sospechó que la causa era la toxicidad por glicerol (una sustancia que se añade a los granizados para darles textura). Marnie se recuperó tras pasar tres días en el hospital.
Sorprendentemente, su caso no es único. Al menos 21 niños han experimentado reacciones similares relacionadas con bebidas granizadas con glicerol. Las autoridades sanitarias recomiendan que los niños menores de 8 años eviten estas bebidas por completo.
«Nunca más le dejaré tener uno», advirtió Kim. «No vale la pena correr el riesgo».
