Sí, el ícono del pop de 66 años apareció casi sin maquillaje, solo un toque de lápiz labial y un rostro impresionantemente firme y tonificado.
Retrocedamos a esta reciente aparición pública. Para su paseo en bicicleta, Madonna optó por un look ultracasual: chaqueta negra, gorro y gafas de sol. Sencillo, elegante y deportivo. Justo cuando la gente admiraba su estilo natural, publicó una foto en Instagram que pintaba una imagen completamente diferente.
En una foto de primer plano publicada ese mismo día, su rostro lucía perfectamente retocado. La publicación formaba parte de una serie de fotos de su visita a la Universidad de Yale, donde asistió a una exposición de arte de su amiga, la artista Tracey Emin.
Llevó un maquillaje más pesado al evento, pero ni siquiera eso explicó la marcada diferencia entre la realidad y su “versión de Instagram”.
Es solo otro recordatorio de que incluso las superestrellas viven entre dos mundos: el real y el filtrado. ¿Y Madonna? Parece disfrutar de la vida y no estresarse demasiado.