Ally Langdon no pudo ocultar sus emociones durante una poderosa entrevista con sus afligidos padres, Andrea y Paul Haynes, quienes enfrentaron lo impensable: despedirse de su hija de 13 años, Esra.
Esra, una joven vibrante, descrita como decidida, talentosa y llena de vida, murió tras intentar una peligrosa tendencia en redes sociales conocida como «chroming» : inhalar sustancias químicas tóxicas para drogarse. Lo que empezó como una simple pijamada con amigos se convirtió en una tragedia cuando Esra inhaló desodorante en aerosol y sufrió un paro cardíaco fatal.
Langdon, madre también, contuvo las lágrimas al ver a los padres de Esra relatar la angustia de ver a su hija pasar ocho días con soporte vital antes de tomar la desgarradora decisión de dejarla morir. «La abrazamos hasta el final», dijo su padre con la voz temblorosa por la emoción.
La familia Haynes ni siquiera había oído hablar del cromado hasta que le quitó la vida a su hija. Ahora, están decididos a concienciar y educar a otros para que ninguna otra familia tenga que sufrir el mismo dolor. Los hermanos de Esra, desconsolados por la pérdida, también se han unido a la misión de advertir a sus compañeros y proteger vidas.
Paul Haynes insta a los padres a iniciar la conversación con sus hijos antes de que sea demasiado tarde: «No lo sabíamos. Si lo hubiéramos sabido, lo habríamos hablado en la mesa».
El chroming ha cobrado muchas vidas jóvenes en Australia y en todo el mundo desde 2009, y la familia Haynes está ahora a la vanguardia de un creciente llamado a la concienciación y la educación para detener a este asesino silencioso.
El cromado, una peligrosa tendencia que implica la inhalación de productos químicos domésticos, puede provocar convulsiones, paro cardíaco, asfixia, coma, insuficiencia orgánica e incluso muerte súbita. A pesar de sus graves riesgos, sigue atrayendo a adolescentes que buscan un subidón instantáneo.
Hablando con Ally Langdon, Paul Haynes compartió la inquietante realidad que vive ahora su familia. «Tenemos imágenes en la mente que nunca desaparecerán… lo que vimos esa noche: nos destrozaron las entrañas», dijo con la voz cargada de dolor.
Ningún padre debería tener que enfrentarse jamás a la inimaginable decisión de desconectar el soporte vital de su hijo. Acompañamos con el corazón a la familia Haynes y a todos los que lloran la pérdida de la joven y vibrante Esra. Su historia es un doloroso pero conmovedor recordatorio de la urgente necesidad de concienciación y educación.