Tras instalarme en mi nuevo apartamento, descubrí un gran objeto de madera maciza que habían dejado los inquilinos anteriores. Era evidente que lo habían construido con un propósito, pero durante días no tuve ni idea de cuál era.
Cada vez que pasaba por allí, lo intentaba de nuevo. Incluso mi gato lo intentó: lo olió, saltó sobre él y enseguida perdió el interés. Se convirtió en una curiosidad diaria.
Finalmente, tomé una foto y la publiqué en línea, con la esperanza de que alguien la reconociera. Me llovieron las sugerencias: algunas divertidísimas, otras totalmente descabelladas. Pero entonces, un comentarista perspicaz dio en el clavo.
Resulta que el objeto misterioso era un macetero antiguo. En cuanto lo oí, todo encajó: el diseño, la altura, incluso la carpintería.
Al día siguiente, compré una planta preciosa y la coloqué en el soporte. De repente, sentí que ese objeto extraño pertenecía a mi jardín.
¿Alguna vez has encontrado algo inusual en un lugar nuevo? Me encantaría conocer tu historia. ¡Cuéntala en los comentarios!