El príncipe Harry y Meghan Markle se casaron en 2018 en la Capilla de San Jorge del Reino Unido, una unión real que generó una gran controversia. Muchos cuestionaron la decisión del príncipe de casarse con Meghan, una actriz estadounidense divorciada, lo que generó un intenso escrutinio público y mediático.
A pesar de las críticas, la pareja construyó una vida juntos y se convirtieron en orgullosos padres de dos hijos, Archie y Lilibet. Decididos a proteger su privacidad, han mantenido a su familia prácticamente al margen de los focos de atención. Pero recientemente, Meghan sorprendió al mundo al compartir una foto poco común e íntima de su hija de 4 años, que rápidamente se hizo viral.
Junto a la foto, Meghan habló sobre las alegrías y los desafíos de la maternidad. Habló con cariño de su hija:
«He trabajado duro para criar a Lilibet para que sea amable, fuerte y compasiva. Ella refleja el amor y los valores que aprecio profundamente, y estoy muy orgullosa de la persona en la que se está convirtiendo».
La imagen desató un aluvión de reacciones en línea. Dada la tensión constante entre Meghan y la familia real, muchos vieron este momento como un posible gesto para reconectar con sus raíces en el Reino Unido, o al menos para abrir un nuevo capítulo en su historia pública.