Linda Kozlowski saltó a la fama internacional gracias a su papel revelación como Sue Charlton en Cocodrilo Dundee , junto a Paul Hogan. El éxito rotundo de la película la catapultó al estrellato, pero tras varios papeles más, Linda se retiró discretamente de Hollywood y comenzó una etapa muy diferente en su vida.
Nacida el 7 de enero de 1958, Linda descubrió su pasión por la actuación desde muy joven, actuando en producciones off-Broadway antes de pasar a Broadway y la televisión. Uno de sus primeros papeles más notables fue en la versión televisiva de » Muerte de un viajante» , donde coprotagonizó con Dustin Hoffman.
A pesar de esa gran oportunidad, Linda enfrentó una época difícil en la que era difícil conseguir papeles, y aceptó trabajos en restaurantes para mantenerse a flote. Su suerte cambió cuando se mudó a California, con la ayuda de Hoffman, quien le ofreció alojamiento en su casa de Malibú. Esa mudanza resultó crucial: poco después, fue elegida para participar en Cocodrilo Dundee , un éxito mundial que recaudó casi 320 millones de dólares con un presupuesto de 10 millones.
Aunque el papel la convirtió en una figura conocida, Linda se desilusionó con el encasillamiento de Hollywood. Reacia a conformarse con papeles superficiales de «novia», rechazó numerosas ofertas. Tras retomar su papel en las secuelas de Dundee , decidió alejarse por completo de la actuación.
En el set de rodaje, su relación con su coprotagonista Paul Hogan se convirtió en un romance en la vida real. La pareja se casó en 1990 y dio la bienvenida a su hijo, Chance, en 1998. Su matrimonio terminó en 2014.
Tras su divorcio, Linda emprendió un nuevo camino. Tras su acuerdo, se mudó a Marruecos, donde conoció a Moulay Hafid Baba, un experto en viajes local. Juntos, fundaron Dream My Destiny , una agencia de viajes de lujo con sede en Marrakech, especializada en experiencias personalizadas.
A sus 60 años, Linda ha abrazado esta nueva etapa de la vida. Lejos de las cámaras, encuentra plenitud organizando viajes inolvidables para otros, demostrando que la verdadera felicidad a veces comienza después de que cae el telón de la fama.