Pocas personas saben que Dolly Parton creció como una de 12 hermanos en una pequeña cabaña de madera en Sevierville, Tennessee. Su increíble ascenso desde sus humildes orígenes hasta el estrellato mundial sigue inspirando a millones.
Su familia priorizaba el amor y la fe sobre la riqueza material. Criada en las Montañas Humeantes, la infancia de Dolly estuvo marcada por las dificultades: vivían sin electricidad ni agua corriente.
La pasión de Dolly por la música surgió de las tradiciones góspel de su familia y las clases de guitarra de su tío. Aunque muchos dudaron de sus sueños, esas mismas personas luego irradiaron orgullo al saber que se habían cruzado con ella.
Su esposo comparte su amor por la sencillez y valora una vida tranquila y privada. Juntos, han encontrado la felicidad viviendo modestamente en Tennessee, demostrando que la alegría no proviene del lujo, sino del amor y la satisfacción.